ANÁLISIS DE LA POLÍTICA ACTUAL

Sólo la crítica y la profundidad en el análisis de nuestro mundo nos devolverá el sentido último de la realidad y de nuestra existencia

miércoles, 12 de noviembre de 2014






Los trabajos y los días


CATALUÑA ¿Y AHORA QUÉ?

FRANCISCO MORALES LOMAS


Rajoy ha desaparecido del mapa y ha dejado el plasma para Artur Mas, el torero de la noche. ¿Ha sido el efecto buscado para desactivar a Junqueras, definitivamente echado al monte, y recuperar votos? Salvo que las negociaciones llevadas a cabo nos desmientan da la impresión de que toda esta comedia del arte ha sido pactada. Porque si no, nadie lo entendería.
Nadie entendería que después de que el presidente del gobierno dijera que la consulta no se celebraría, se haya celebrado y, además, con cierto éxito para los independentistas.
Nadie entendería que después de la declaración del Tribunal Constitucional de la manifiesta ilegalidad de la consulta hubiera esta dejación de funciones por parte del presidente del gobierno.
Hasta el punto es así que la derecha extrema del PP está con un cabreo descomunal con el dirigente gallego al que quiere llevar a los tribunales. Rajoy, mientras tanto, aguarda y calla. No se sabe si por inacción personal (ya nos tiene acostumbrados a la condición de la tortuga) o por estrategia política.
¿Qué hubiera sucedido si impide por la única vía que tenía, la Guardia Civil, la consulta? Violencia, quizá extrema, y al día siguiente todos los periódicos del mundo hablando de la represión de un pueblo, y patatín y patatán. La no respuesta de Rajoy tiene su sentido, ¿qué podría haber hecho si no? ¿Enviar a los tanques?
Lo que no tiene sentido es que haya estado alimentando el anticatalanismo desde la oposición a ZP, haciendo campañas terribles contra el Estatut, llamando a Zapatero “vendepatrias” y realizando toda una puesta en escena en el resto de España para, al silbato de se rompe España, conseguir votos suficientes para derrotar al PSOE en las urnas. Él ha alimentado durante mucho tiempo esta situación que ahora, como un bumerán, se vuelve en su contra.
Rajoy no sabe, no contesta.
¿A qué está esperando? La situación de Cataluña no se arregla escondiendo la cabeza bajo el ala y con tacticismo y estrategias de silencio, sino haciendo política, dialogando y llegando a acuerdos que satisfagan a todos. Rajoy con su “pancarteo” anticatalanista del pasado se ha metido en un callejón sin salida.

Hemos de suponer que todos tendrán alturas de miras para llegar a acuerdos, salvo Junqueras que, ahora más que nunca, llora por un estado catalán.

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