ANÁLISIS DE LA POLÍTICA ACTUAL

Sólo la crítica y la profundidad en el análisis de nuestro mundo nos devolverá el sentido último de la realidad y de nuestra existencia

viernes, 27 de febrero de 2015





Los trabajos y los días

TRES TOREROS Y UN MALETILLA

FRANCISCO MORALES LOMAS


Los diestros Rajoy, Sánchez e Iglesias se han echado al ruedo. Dos en el semicírculo del albero del Congreso y el tercero en los chiqueros del Círculo de Bellas Artes. El maletilla Rivera es de Cataluña y quiere parlar el español una mica. Dicen las encuestas que le hace vislumbres al gallego y le rebaña votos.
Los diestros llevan estoque afilado y lo disparan como si fueran balas, y no de fogueo, contra su adversario, ese toro que se les muestra incierto, pero son toros largos que saben lidiar de lejos. Al menos el gallego, faltón y abusón, que no admite que le recuerden a su amigo (sé fuerte) Bárcenas (lo soy, lo soy). El gallego tiene la hacienda y el boletín oficial del estado para conseguir los pañuelos del graderío, su amiga Merkel, y se presenta con los deberes aunque los ciudadanos estén muertos, cabreados y enterrados en las cunetas de una sociedad abrumada. ¿Se acabó la crisis? Eso dicen, pero cuántos muertos en el ruedo. El gallego trae el cielo en sus manos y ofrece manoletinas a diestro y siniestro y puestos de trabajo a mansalva. El tres por ciento del pib. ¡Hala! ¡Alegría! ¡Viva el vino!
Sánchez acarrea una sombra andaluza en su traje de luces y cuando apunta con la espada al miura del poder recuerda por un momento aquellas palabras de ZP: cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste. Le está costando con lances de los subalternos y ese paso por la travesía del desierto. ¡Qué larga se hace la plaza con tanto toro acornando a diestro y siniestro! Hasta las encuestas te empitonan y te dicen que no eres lo que eres (to be or not to be, cueste lo que me cueste). Se rebela y cornea al toro Rajoy que tercia aquí y allá y lo empunta como respuesta. Pero Sánchez es sentimental y acaba de doctorarse. Le quedan muchas corridas o al menos hasta el verano… si quiere Susana.
El tercer diestro, Iglesias, ni se sabe si es diestro o siniestro. Más que torero parece pescador en río intricado. Quiere apremiar. Es un torero que va por libre y todo es glosario. Su afán es degollar pero puede que no llegue al descabello, que todo son previsiones que carga el diablo.  Es un torero que cuartea bien y va y viene, hace rodeos, va al Círculo y a Venezuela, dicen. Quiere ser una aleación entre Teresa de Calcuta y Trotsky, un revoltijo, dice la trianera, unas migas campestres. Es un torero que todavía apenas si tiene la alternativa y va con su coleta y taleguilla por el albero como maestro de soberbia: yo soy la oposición y quiero a Mariano como toro. Ahora necesita votos pues codicia poner una pica en Moncloa.  
¡Ay, el estado de la nación! ¡Qué corrida!



viernes, 6 de febrero de 2015




Los trabajos y los días

LA REVOLUCIÓN DE TERCIOPELO

FRANCISCO MORALES LOMAS


Los ciudadanos deciden poner a tiro a Podemos.
Aunque hay mucha cocina interesada en la operación, Podemos está levitando en una irresistible ascensión a los cielos. Los dirigentes de Podemos, que hasta ayer eran “simples” profesores universitarios de la misma facultad, viven flotando angelicales.
Pero no olvidemos que, en este país enigmático y esotérico, el vencedor si hubiera elecciones hoy, es de nuevo el Partido Popular. Nadie entiende que con la pavorosa crisis, con la trágica situación de desempleo, con los profundos recortes, con la fantasmal corrupción… los ciudadanos sigan votando a un partido de tal fachada. En tercer lugar, un PSOE errático que anda, casi como siempre en los últimos años, buscándose a sí mismo, con pequeñas infamias y reuniones con nocturnidad y alevosía con el rival, y “otros rambos” que se preparan con el cuchillo entre los dientes para el asalto al poder. Y, finalmente, IU, que debería ser la beneficiada del sorpasso, de este giro a la izquierda, ha sido fagocitada por un partido al que le da miedo definirse de izquierdas.
Pero, ¿qué lleva al ciudadano “normal” a ofrecer su voto a Podemos si todavía ni siquiera sabe en qué consistirán sus propuestas programáticas ni qué hará en el poder cuando llegue? El ciudadano “normal” que vota a Podemos entrega un cheque en blanco. Y entendemos que cuando un ciudadano “normal” se entrega en cuerpo y alma a un partido político virgen que se sustenta en promesas antiguas, promesas recientes y promesas futuras es que está muy desesperado o que, definitivamente, ha entrado en una espiral surrealista o irracionalista. El ciudadano “normal” está extenuado por los partidos tradicionales y quiere una especie de “revolución de terciopelo”, con la élite universitaria en el gobierno.
Las encuestas lo dicen: el voto a Podemos es un voto de cabreo. Pero ¿con un voto de cabreo se construye un país? El cabreo y la desesperación sirven mucho para la guerra, porque en las guerras el desatino está servido, pero ¿para construir un país sirve el abatimiento?
Creo que por el bien del país, los dirigentes de Podemos deberían hacer propuestas realistas que puedan ser llevadas a cabo y no generar falsas expectativas que acabarán en una nueva frustración y se volverán contra ellos.

Pero, sobre todo, deben recordar siempre que los jacobinos, los héroes de la revolución francesa, también fueron guillotinados por su invento. Las fuerzas a las que se enfrentan no les darán tregua y su “revolución de terciopelo” puede quedar en una quimera transitoria.

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