LOS TRABAJOS Y LOS
DÍAS
GRIÑÁN Y SUSANA DÍAZ
F. MORALES LOMAS
El pensamiento de algunos políticos es como el de la divinidad:
inescrutable. Ni los más allegados entienden esas carreras de última hora de
Griñán, como si fuera a las rebajas de julio. La mayoría sospecha del aliento
fétido de los EREs, otros (Guerra) advierten que debe haber “algo que le afecta
muy personalmente”. Cripticismo, enigmas, varitas mágicas, bola de cristal: el
cuarto milenio.
La realidad es que para Felipe González se podría haber ido más
tranquilamente en este proceso de pseudoprimarias ofreciendo la posibilidad a
todos los candidatos de una buena lid. Pero en política, al parecer todo vale,
con tal de dejar apeado al rival. ¿Tanta aprensión había a que el alcalde de
Jun diera la campanada?
A lo peor en esas prisas ha tenido mucho que ver IU, cuyo nuevo coordinador,
Maíllo, ha dicho claramente que en su decisión han influido los EREs y hay que
llegar hasta el final “caiga quien caiga”... Por lo pronto no podía decir otra
cosa o el caído sería él antes de entrar.
Sea como sea, la jueza Alaya tiene la última palabra y este enigma se
resolverá más pronto que tarde porque en
los juzgados todos los arcanos acaban últimamente en una resolución carcelaria.
Para la aspirante a presidenta Susana Díaz (a la que no conoce González
porque ya es mayor) esta evaporación hacia el limbo del actual presidente de la
Junta ha sido acogida con súbito orgasmo. ¡Con lo que cuesta un éxtasis! De la
noche a la mañana, en dos meses, va a pasar de la nada a las más altas cotas de
poder (o de la miseria, en palabras de Groucho).
Con treinta y ocho años entra en faena la juventud, la fortaleza y la
socialista de base (el padre es fontanero) para hacerse con las riendas de la
federación que puede quitar y poner un futuro presidente del gobierno de España
y gobernar en una comunidad fundamental. Cualquier cosa. Para que luego digan
que los de su edad son una generación perdida.
Susana se ha estilizado, ha cambiado de look, se ha aclarado los tintes,
ha tomado ropas vaporosas de dirigente sin caspa pero cercana y ha tomado el
toro por los cuernos. Y hay que ver qué cuernos tiene el bicho… Se le ve con
garra, con decisión y con desparpajo. No sé si son las cualidades de un
presidente de la Junta. Ella ha sido la elegida por sus avalistas, después
tendrá que ser la elegida por el pueblo andaluz cuando concurra a unas
elecciones. Pero esto es harina de otro costal. No debemos, no podemos entrar a
matar, sería injusto, hay que darle al menos la posibilidad de que gobierne y
exprese con acciones la salida de la crisis en Andalucía desde el poder que le
confiere esta autonomía.
La travesía será terrible.