Diario de un español en crisis
LA
DECISIÓN DE PODEMOS
F. MORALES LOMAS
(Publicado en DIARIO SIGLO XXI, 26 de febrero de 2016).
La decisión de ruptura
de Podemos con el PSOE es la crónica de una muerte anunciada. Faltaba el subterfugio:
el acuerdo PSOE-Ciudadanos. ¿Acaso pensaban en Podemos que no habría un
acercamiento o un pacto entre ambos? ¿Consideraban que las concesiones del PSOE
hacia el centro-derecha no iban a ser tan grandes? ¿O todo forma parte del
juego escénico de roles y papeles asignados a cada uno?
En este juego de
estrategia o guiñol PSOE-Ciudadanos quedan en el centro del tablero político,
ese espacio que no significa nada en el discurso económico-social y se dejan a
la izquierda para otra mejor ocasión. El ataque de cuernos de Podemos ha sido
el consabido: un ataque de cuernos anunciado. Tan falso como advertido. Por lo
que la indignidad no está bajo sospecha.
Ahora este acuerdo le
permite a Podemos presentarse definitivamente como la izquierda de este país y
pegar un bocado al electorado del PSOE de izquierdas. Aunque al paso que vamos
no sé cuánto electorado de izquierdas queda ya en el PSOE.
Pero como movimiento
en el tablero de la política tiene sus rémoras: el aparecer ante el votante con
el PP de la mano. Una imagen difícil de digerir para Podemos, aunque ya hay
precedentes históricos en la pinza que hizo Anguita con Aznar contra el PSOE:
el celebrado sorpasso. Quizá por esta
razón, Anguita se mostraba tan contento estos días con la estrategia de
Podemos, de los que decía que habían logrado lo que él intentó sin éxito.
Podemos sabe que tiene
la llave desde el minuto uno. Pero también desde el minuto uno sabemos que no
quiere gobernar con el PSOE y viceversa, sino arrebatarle el espacio de la
izquierda y presentarse como la única alternativa de gobierno al PP. A los
actos no remitimos: si querías acercar como amigo al PSOE no era la mejor decisión
crearle el gobierno y atacarles a la dignidad de partido. Esta actitud
perfectamente calculada de Podemos asustó tanto al PSOE y al propio Sánchez que
se ha dejado seducir por el abrazo tierno de Rivera tratando de seducir con artificios
a Podemos. Pero estos lo sabían y se prestaron al juego escénico para mostrarse
luego muy dignos y arremeter contra el traidor. Al mismo tiempo, Sánchez con
este pacto calma la disidencia interna de su partido con los barones y la vieja
guardia encabronados. Pero en la retina del español de a pie ha quedado más fijado
el espacio político en el que se mueve cada uno: la derecha, el PP; el centro,
PSOE-Ciudadanos; y la izquierda,
Podemos.
La decisión está en el
electorado y solo la conoceremos el día 26 de junio.