
MAR GRUESA
El informe Pisa
F. MORALES LOMAS
Vivimos en un mundo dominado por la estadística, ese sucedáneo de las
matemáticas.
Y la estadística nos dice que seguimos igual de “analfabetos” que
siempre. En diez años apenas si ha habido variación con respecto al grupo de
cabeza. Instalados en una cutre medianía, los jóvenes españoles son ni fu ni fa
con respecto a los del resto del mundo.
Sin embargo, el informe demuestra muy a las claras que en España
educación va ligada indefectiblemente a situación económica familiar. Y es que
los pobres siempre han dado mucho juego en esto de las estadísticas. A menor
ingreso los resultados de los jóvenes son peores y viceversa. ¿De dónde sacarán
las familias humildes los honorarios de un profesor particular (no tienen para
comer) ahora que se han cargado las clases de repaso en los centros? ¿Serán los
padres sin apenas estudios de esos chicos los que estarán pendientes de sus
tareas escolares a diario? Bastante tienen con intentar sobrevivir.
Murcia, Extremadura, Baleares y Andalucía a la cola del informe, tal como
están a la cola del paro y de tantas otras cosas; y Navarra, País Vasco,
Madrid… a la cabeza, como en tantas otras.
En el mundo llama la atención el cambio en el liderazgo por los asiáticos
en detrimento de la joya de la corona, los finlandeses, que han sido barridos
del primer puesto. ¿Qué les sucedió a los frígidos vikingos del norte cuando su
modelo era el súper one, la panacea? Pues sencillamente que los asiáticos
arrasan. Su competitividad es tal que han convertido a los jóvenes en rambos de
la estadística y uno de Singhapur o de Hong Kong por tal de convertirse en el
número uno del mundo es capaz de hacer lo que sea, hasta no dormir, hasta no
comer, hasta parar el tráfico, hasta suicidarse. Uno de los países con mayor
índice de suicidios de estudiantes de la estadística Pisa son los surcoreanos,
se suicidan como chinches, sometidos como están a una presión atroz de las
familias y la sociedad.
En España la estadística no funciona. La pareja de diletantes Wert y
Gomedio se va a cargar la estadística definitivamente: más alumnos por clase,
reducción de presupuestos generales, profesores con más número de horas y peor
pagados, falta de inversión en clases de recuperación y apoyo, falta de
perspectiva para solucionar los males de la educación, insuficiente
participación de los padres… van a generar a la larga que la estadística acabe
apoderándose de los alumnos españoles y nos convirtamos en los peruanos del
informe Pisa, los últimos de la cola, ¡pobrecitos!, con lo bien que escriben
Vargas Llosa y Bryce Echenique.
No hay comentarios:
Publicar un comentario