MAR GRUESA
EL DEBATE SOBRE EUROPA
F. MORALES LOMAS
La realidad siempre supera a la ficción. Y está claro que ayer fue un
debate de guante blanco en el que los dos candidatos pactaron esconder sus
vergüenzas putrefactas. En estos debates siempre se propone al ciudadano que
vote quién ganó el debate. Sin embargo, está claro que los vencedores del
debate son siempre los mismos: ellos. Y los perdedores también son siempre los
mismos: usted y yo.
Lo que sí nos ha enseñado Cañete es que sabe muy bien leer papeles y
mostrar desastrosamente datos estadísticos y saliva espesa en la comisura de
los labios (los nervios); y lo que nos ha enseñado Valenciano es que se
defiende como gato panza arriba y que estará muy bien en Europa. Que tenga buen
viaje.
Lo cierto es que en España ya no gobierna el gobierno que
democráticamente votemos. Se ha producido una perversión de la democracia
representativa. Los que deciden nuestra política económica no son los gobiernos
de turno sino el que salga de Europa. Esa es la realidad. Y la realidad también
es que nosotros no los hemos elegido. Esta es una democracia representativa
indirecta que actúa sin embargo con el ciudadano directamente machacándolo.
Las medidas más importantes que usted y yo padeceremos vendrán de Europa.
Quien tome la decisión de que deben ser adoptadas no es un gobierno que usted
ha elegido democráticamente y directamente. Usted no va a elegir al futuro
presidente de la Comisión, Juncker o Schultz. Usted solo va a elegir a un grupo
de políticos (a los que llaman los grandes paquidermos jubilados) que se van a
Europa al amparo de un buen sueldo.
Cuando a Felipe González le propusieron irse a Estrasburgo con no sé qué
cargo dijo que no porque hacía muy mal tiempo. A los políticos de ahora no les
asusta el tiempo. Van a Europa a realizar componendas. Y usted sabe
perfectamente que las componendas hoy día se realizan bajo la batuta de Angela
Merkel. Antes se pactaban entre Inglaterra y Francia. Ahora solo la señora
Merkel toca el silbato de árbitra y todos a rezar las bondades del liberalismo
atroz y el capitalismo salvaje.
Pero esto no les ha importado nunca a las elites económicas que nos
gobiernan. La pobreza o la salud o la educación no son necesarias. Lo
importante es la plusvalía que obtienen los poderosos y no su reparto.
En la posguerra el capitalismo hubo de adaptarse a la guerra fría y
dulcificarse con las políticas “sociales”. Hoy día estas se han abandonado y
vencedor sobre su antiguo contrincante (no hay ideas de izquierda en el mundo
que imitar), al becerro de oro se rinden honores. Incluidos los comunistas
chinos.
Europa ya no es nada, pero gobierna nuestras vidas y nos las jode.
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