ANÁLISIS DE LA POLÍTICA ACTUAL

Sólo la crítica y la profundidad en el análisis de nuestro mundo nos devolverá el sentido último de la realidad y de nuestra existencia

viernes, 22 de noviembre de 2013





MAR GRUESA


2 años de tristeza


F. MORALES LOMAS


La España de Rajoy es todavía más triste que la anterior.
Acabarán haciendo un héroe, que digo héroe, santo, a Zapatero. 
Dos años después iba a bajar los impuestos y a aumentar el empleo. Ha subido los impuestos y ha aumentado el desempleo en un millón de parados. No recortaré en sanidad ni educación. La realidad es que más de 10.000 millones en servicios públicos y están tratando de privatizar todos los que pueden. Añadió el copago cuando dijo que no lo iba a hacer. ¿Y la ley de la dependencia? ¿Qué ha sido de ella?
No abarataré el despido y abarató el despido. Y no solo el despido. Los sueldos españoles ya tienen rostro chino. La corrupción anda a sus anchas y hay despidos en diferido que no son en diferido pero lo parecen. No existe ni atisbo de regeneración, una palabra maldita para el gobierno que se enroca una y otra vez mirando, como Diógenes, al sol. Ya lo dijo el genio Valle, su paisano: “España es una deformación grotesca de la civilización europea”.
Dijo que no nos rescatarían y los cincuenta mil millones de euros que debemos pagar todos los españoles por los agujeros de los bancos, ¿qué son sino un rescate? Llámenlo como quiera (línea de crédito o Periquillo el de los palotes) pero todos lo hemos de pagar de nuestros impuestos. De amnistía fiscal nada (cuando la planteó Zapatero dijo que era una ocurrencia) y ahora él la ha hecho con absoluto descaro. Dijo que no se iba a esconder y a dar la cara, cuando casi todo el tiempo ha estado detrás de un plasma. A los funcionarios los ha tomado como chivos expiatorios de la crisis: les ha aumentado el número de horas y les ha rebajado el sueldo (en algunos casos hasta un treinta y cinco por ciento).
Pero, además, ha impuesto su mayoría absoluta sin rubor para crear una ley, la LOMCE, con la que está en contra toda la oposición y será derogada una vez cambie el ejecutivo. Han abusado del decreto-ley y, ahora, quieren hacer una ley de huelga (que disfrazan de nuevo con eufemismos: ley de servicios mínimos) para recortar la libertad de la que gozamos.
Dos años después España es todavía más triste, en los restaurantes, en las cafeterías, en los comercios, en los cines… en las colas de desempleo, ese jolgorio de los desheredados, ese cisma del mundo, ese apremio para los que miran al infierno.
Dos años después España es todavía más triste. Con la misma tristeza y desorientación que refleja Rajoy en su mirada falta de convicción, con sus ojos enquistados en una realidad que no domina.
Ya nadie cree a Rajoy, que ha incumplido todas sus promesas.
Por eso cuando ayer lo entrevistaban en Radio Nacional y hablaba de un millón de próximos empleos, seis millones de desempleados han eructado o ventoseado.


viernes, 15 de noviembre de 2013



MAR GRUESA


AQUÍ NO PAGA NADIE


F. MORALES LOMAS


En la obra de Darío Fo dos amas de casa en apuros desvalijan un supermercado. En España actual los causantes del mayor atentado ecologista de la historia desvalijan al ciudadano sin recato alguno.
Ajeno al runrún de los autos y las sentencias, y ese arrojo de lo leguleyo, el ciudadano asiste estupefacto ante este espectáculo desazonador al contemplar cómo aquellos que se consideraban responsables se van de rositas.
¿Qué ha sucedido para que esa sentencia niegue la mayor y evite condenas salvo la ridícula del capitán por desobediencia? ¿Después de enviar al mar 77.000 toneladas de chapapote nadie es responsable?
Se dice que no existe responsabilidad penal por la “indefinición de las causas de lo acontecido”. Y, aún afirmando que la marea negra causó ingentes daños y perjuicios al país hay una imposibilidad real de condenar a estos ciudadanos. Y ya se sabe que, muerto el perro, se acabó la rabia. Esto es lo que afecta a las responsabilidades penales. En cuanto a las responsabilidades políticas no existieron nunca. Aquí no dimite nadie, ni con lejía. Ni da la cara ni se hace responsable de una decisión: fueron unos hilillos de plastilina que simpáticamente brotaban de las entrañas del mar.
Hasta ahora usted y yo, que nos considerábamos ciudadanos normales, vamos a tener que empezar a sospechar que no lo somos. Y, en realidad, pertenecemos a una subespecie de primates que andan por las copas de los árboles creyendo en la humanidad y en las estrellas.
Pero si la sentencia del Prestige nos deja coagulados, ¿cómo nos deja la excarcelación de presos etarras con cientos de años de condena o la de los violadores que van a pasar a la acción en unos días?, ¿cómo nos deja el cuerpo la decisión del fiscal de oponerse a la imputación de la infanta Cristina cuando esta ni siquiera se ha producido? Caso único en los procedimientos judiciales: que el fiscal se adelante al juez en una decisión procedimental que no le correspondía todavía.
Son muchos casos para que los políticos, esos artistas que deben solucionar en el legislativo los problemas de los ciudadanos, permanezcan ajenos a lo sucedido. Hay una estrategia larvada de la inacción (laissez faire, laissez passer) que lleva a pensar al ciudadano que estamos ante la incompetencia absoluta y nos acercamos a un peligroso alejamiento de las instituciones.


viernes, 8 de noviembre de 2013






LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS


LA CONFERENCIA POLÍTICA
DEL PSOE


F. MORALES LOMAS


La mejor cabeza política de España anda de cabeza. Lo ha dicho el boss Felipe González, que de esto sabe mucho. También anda de cabeza el Partido Socialista, al que las encuestas del CIS dan un solemne varapalo, salvo los abusos de los cocineros, que te hacen rápidamente un pollo en pepitoria con un trozo de hueso.
La única alternativa para gobernar el país anda en el túnel del tiempo, pero este fin de semana pretenden crear una virada. Tras realizar un acto de contrición entonando el mea culpa y psicoanalizarse como un argentino normal, dirán eso tan regio de “no lo voy a hacer más”.
 ¿Y qué pueden hacer sino ganarse el futuro? El presente lo tienen perdido.
La socialdemocracia tendría que vestirse de socialismo democrático y transformador riguroso si quiere tomar las riendas de una sociedad que se desboca y en la que ha aumentado la pobreza, se han agrandado las diferencias sociales y va a la deriva política, social, cultural y económica.
Esta conferencia, dicen en su Documento Marco, no es un congreso sino un lugar de encuentro y reflexión sobre un programa. Son trescientas ochenta y seis páginas de propuestas con las que pretenden cambiar la trayectoria negativa de un barco que hace aguas. Pero ya se sabe que el formato papel lo admite todo. Las ideas, sin embargo, históricamente se sostienen sobre la acción política y, desde luego, esta ha ido en contra de aquellas. Esta falta de credibilidad, llamada desafección ciudadana, será uno de los grandes agujeros negros de los candidatos y no el regio “no lo voy a hacer más”.
Aquello de lo haré, “cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste”, está todavía en la mente de muchos ciudadanos, que se sienten traicionados programáticamente. Este es el gran problema que tiene que resolver en su conferencia política el PSOE, aparte de llevar mensajes nítidos sobre la recuperación de la democracia, el blindaje de la sanidad y la educación, la lucha real contra la corrupción y la vertebración del país. Si no elaboran soluciones para ello y convencen a los cabreados votantes, más vale que se reúnan para jugar al mus.
Otra cosa es el líder. Los hay para repellar: mujeres, hombres, altos, bajos, guapos y bizcos (bien sabe Dios que no tengo nada contra los bizcos, pero haberlos, haylos).

Y yo me pregunto, ¿tan importante es el líder? Si han sido líderes Rajoy, Aznar o Zapatero… lo fue hasta Bush, ¿por qué no puede ser un líder cualquier persona?