ANÁLISIS DE LA POLÍTICA ACTUAL

Sólo la crítica y la profundidad en el análisis de nuestro mundo nos devolverá el sentido último de la realidad y de nuestra existencia

viernes, 4 de abril de 2014



MAR GRUESA


¿POR QUÉ CORRES, ESPERANZA?


F. MORALES LOMAS


¿Adónde vas, Esperanza? ¿Acaso a Europa? ¿Por qué corres?
En los últimos años de la dictadura se hizo famosa una obra de teatro de Gala que llevaba por título ¿Por qué corres, Ulises? En ella, Ulises, que siempre fue muy hábil para huir de los lugares más insospechados, tenía que hacer frente, entre otras, a  sus amantes. Y es que Ulises siempre anduvo corriendo, sobre todo de alguna mujer: Circe, Penélope, Nausica…
También El Vaquilla adquirió protagonismo con sus persecuciones policiales en aquella época. Un mito quinqui de la Transición. No sé a quién ha querido parecerse más nuestra Esperanza, si a Ulises o a El Vaquilla inmortalizado por José Antonio de la Loma.
¿De quién corría Esperanza?
Según consta en la denuncia de la policía municipal, nuestra rubia platino aparcó su vehículo en el carril bus de Gran Vía, a la altura de Callao, para sacar dinero de un cajero. Se personaron los agentes para poner la infracción correspondiente y, mientras tomaban los datos, la rubia platino dialogó con ellos y luego se dio a la fuga haciendo caso omiso de los agentes y llevándose por delante la moto de uno de ellos, que resultó lesionado como consecuencia del impacto y sufrió un ataque de ansiedad. Mientras tanto, la policía municipal inició la persecución para detener a la rubia platino, pero esta, como si la persecución no fuera con ella, entró en el aparcamiento de su casa y dejó el coche en tanto la guardia civil que la protege dialogaba con los municipales para darles el santo y la seña de la susodicha.
Esta Esperanza, que ha hecho más famoso su nombre que su apellido, caso histórico, siempre ha tenido unas formas que la manifiestan. La conoceréis por sus milagros. Se diría que forma parte de esa casta de políticos de raza a los que le importa un carajo la autoridad. Ella, que siempre se ha caracterizado por ejercerla.
En ocasiones hasta ha pedido que procesen a los que se han manifestado en su contra. Ya ven qué desparpajo. Una mujer con el estilete presto que te hace un descosido antes de que te inmutes y despierta una simpatía atroz entre sus votantes extremos por ser una noble con pantalones.
Una rubia platino que también huyó de la Comunidad de Madrid para ingresar en la privada. Porque ella, ya lo ha dicho, descubrió Gürtel, ese que estos días quiere poner en valor un tal Luis el cabrón para darle un poco de alegría a las elecciones de mayo. 
La rubia platino dijo entonces que ni se había muerto ni se había retirado de la política. Vemos por la denuncia de la policía que tampoco se ha retirado de la circulación. Que tiemble Rajoy.
                                                                              

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