MAR GRUESA
SOBRES O SUELDOS
F. MORALES LOMAS
Hay personas que no tienen para llegar a fin de mes. Lo dijo en una
ocasión la presidenta de la comunidad de Madrid, pobres de solemnidad donde las
haya. Y es lógico, hay que pagar el servicio, a los chicos en buenos colegios y
otros gastos que no tienen el común de los mortales. Hay personas que necesitan
más. Sabemos que es así y usted, ciudadano perdido en su mísero sueldo, no
tiene derecho a quejarse, que no tiene chica de servicio ni perrillo que le ladre.
Hace algún tiempo nos desayunábamos con los sobresueldos de la cúpula del
PP, con los viajes de Bárcenas a Suiza, con sus papeles y sus cosillas; hoy lo
hacemos con la información que ofrece el diario El País de que el PP camufló sueldos de Aznar y su cúpula como
gastos de representación.
Se sabe que los ministros no pueden legalmente percibir remuneraciones al
margen de su cargo, pero al parecer se sospecha, la justicia dará o quitará la
razón, que Bárcenas comienza a registrar pagos trimestrales o semestrales a la
cúpula del PP y a algunos de sus ministros a partir de una determinada fecha.
Incluido el Sr. Rajoy.
Todo lo cual ha sentado muy mal a la señora Dolores de Cospedal, que ha
de mantener limpia, fija y esplendorosa a esa institución llamada PP; y su
abogado ha enviado una misiva al director de El País en la que le advierte con acciones penales porque según el
PP este diario lesiona el honor de sus dirigentes.
El honor, ¡qué hermosa palabra! Como dijo nuestro dramaturgo del XVII,
Pedro Calderón de la Barca, el honor es patrimonio del alma y el alma solo es
de Dios, o de los bancos.
Sean sobres, sobresueldos, sueldos, retribuciones de representación… o lo
que sea, con ello se nos advierte que los españoles vivimos en la inopia y,
solo de vez en cuando, muy de vez en cuando, porque a alguien le da por
platicar, parlamentar o largar, nos encontramos con escenas de la vida española
que han surgido en vodeviles, astracanadas, esperpentos… y no son nuevas sino
antiguas, muy antiguas. Ya nadie se rasga las vestiduras por nada en España.
Estamos curados de espanto. Cada día entramos en un capítulo más de este circo
o corrida de toros en que se ha convertido el país. Una corrida de toros a
ratos cómica, estilo bombero torero, y a ratos trágica, con lanzamientos de tu
hogar, desahucios y suicidios… pero en el que siempre sale empitonado el mismo:
el pobre ciudadano que paga religiosamente sus impuestos y ve como todo sucumbe
a su alrededor.
Ni siquiera el último análisis del FMI nos altera el ánimo lo más mínimo:
España no levantará cabeza durante todo el 2013 tampoco…, y lo que te rondaré
morena. Sigan con el baile, señoras y señores, el espectáculo no debe
finalizar.
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