MAR GRUESA
JOSÉ LUIS SAMPEDRO, HUMANISTA SOLIDARIO
F. MORALES LOMAS
Ha fallecido uno de los grandes humanistas solidarios. Hace apenas un año
en el Ateneo de Málaga aceptó participar en el último homenaje que se le hizo a
uno de los pensadores de la contemporaneidad. Su voz comprometida y lúcida
quedará a las generaciones venideras y a todos aquellos que nos esforzamos por
seguir su estela. “Soy un moribundo con permiso de recreo”, dijo entonces.
Como economista y profesor, con
mucha experiencia en la banca, sabía perfectamente de la podredumbre del
sistema capitalista, de su inhumanidad, y la indignación
fue su último aliento para resistir contra la dictadura de los mercados.
Humilde y errabundo, hombre de paisajes fronterizos y actor furtivo en la
literatura (al margen de camarillas y corrientes), José Luis Sampedro es un homo oeconomicus en un paisaje
transfronterizo y literario. Literatura y economía, acaso ficción y vida, acaso
develamiento último del creador, que, en su afán por revelar en su obra la
raigambre de la autenticidad, conquista mundos verdaderos y probables. Aunque
sea a la vez muy consciente de que su relación con
estos está condicionada por esa incapacidad manifiesta para abarcar todas las
dimensiones posibles.
Tánger, años veinte, fue la infancia. Más
tarde, a los dieciocho años llega a Aranjuez y la historia se adueña de su
espacio vital, un símbolo para comprender el pasado o para engendrar los mitos
cotidianos que llegan desde este con aromas, con murmullos, con voces de aves. Y
comenzarán a engendrarse y desmenuzarse ambos mundos: el fronterizo y el
central. El primero como un canto a la búsqueda,
fundamentalmente bifronte, e instalado en la ambigüedad. El segundo, estable,
resistente a esa movilidad, guardián de la tradición.
José Luis Sampedro es un humanista
solidario que cree profundamente en la fortaleza
del ser humano y la necesidad de su protección absoluta y, en consecuencia, en
aquel aserto de los griegos de que "un hombre (y una mujer) es la medida
de todas las cosas".
Quizá sean la estulticia y la brutalidad los escenarios humanos que más
le han impresionado siempre y junto a ellos la alegoría con sus puertas de
entra y salida, con sus ritos fronterizos Dieciséis perspectivas, dieciséis
mundos muy diferenciados y plurales creo en su obra literaria desde Congreso de Estocolmo (1952) hasta Cuarteto para un solista (2011) en
colaboración con Olga Lucas.
Considerado como escritor furtivo, desde una
supuesta marginalidad construye una obra acopiada por lo auténtico. Como sucede
en Octubre, octubre (acaso su obra
más ambiciosa y considerada una de las más importantes del XX), la literatura
de José Luis Sampedro de gran variedad temática y diversidad fabuladora, ha
sido un viaje hacia sí mismo, un viaje para encontrarse con él, pero también
para ofrecer la dignidad del ser humano, su sentido último a cuanto le
sobreviene, para comprender a los demás, para comprendernos a nosotros mismos
en la estela que ha creado el HUMANISMO SOLIDARIO.
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