ANÁLISIS DE LA POLÍTICA ACTUAL

Sólo la crítica y la profundidad en el análisis de nuestro mundo nos devolverá el sentido último de la realidad y de nuestra existencia

sábado, 19 de diciembre de 2009

MAR GRUESA. HASTA LAS PELOTAS DE HAIDAR


Cuando el albatros de hélices surcó los aires de Lanzarote Moratinos respiró, dio un resoplido, se secó con un pañuelo el sudor que le chorreaba por los frunces del cuello. Hasta las pelotas de Haidar. ¡Pobre Moratinos! Incansable. Pero Moratinos no adelgaza ni con la huelga de hambre de Haidar. Tiene mérito. Gracias a le petit empereur, el esposo de la Bruni, la dirigente de la causa del POLISARIO salió disparada. Menudo marrón le colgaron al ingenuo madrileño. ¿O no es ingenuo? La derecha lo ha tildado de tontolaba por esta hambruna pero no lo tildaron como tal cuando Aznar lo nombró embajador en Israel. El doble lenguaje de la gaviota.
El hambre de Haidar tiene nombre: unos lo llaman autodeterminación; otros defensa de los derechos inalienables de un pueblo; y los más zorollos lo equiparan con las grandes gestas de la humanidad, el dar la vida por los demás... Patatín y patatán. Incluso algunos, los maledicentes, han pensado que Haidar quería hacer una dieta de adelgazamiento. Hasta el obispo de Canarias ha apoyado a Aminatu. Ha tenido muchos arbotantes: desde los mindundis del celuloide hasta Cayo.
Y es que Marruecos limita al norte con Ceuta y Melilla. ¡Ah, Ceuta y Melilla! ¿Será eso, Moratinos? No queremos estar a mal con nuestro vecino que está ahí, de cuerpo presente. Acaso por eso se nos abre el culo. Queremos ayudar al rey, no se lo merienden los alqaedas que quieren el alandalus para sí.
Haidar ha querido inmolarse con la abstinencia y ser heroína como Juana de Arco o el Che Guevara (aquél médico que fumaba puros, ¡con el asma que tenía!). Pero va a ser que no. Antes de convertirse en póster de habitación de adolescente o camiseta de progre de la calle Serrano o del Limonar (es un poner) la han largado. Los que aplauden su causa, sin embargo, no verían con buenos ojos que Carod Rovira hiciera lo mismo por la autodeterminación de Cataluña. Con lo gordo que está. Claro que como ella es mora y vive en el desierto. Y además los beréberes son pobres.
A Moratinos ya no se le cortará la digestión y Haidar seguirá comiendo y adelgazando en el desierto hasta que la delgadez supina nos lleve a todos por delante. La heroína regresa a su casa por Navidad. Nosotros tenemos bastante con Esperanza.

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