ANÁLISIS DE LA POLÍTICA ACTUAL

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miércoles, 7 de enero de 2015




Los trabajos y los días

EL EXPERIMENTO GRIEGO

FRANCISCO MORALES LOMAS

Merkel ha puesto a Grecia en su mirilla telescópica y los especuladores comenzarán con sus ataques al euro en este glacial comienzo de año. El ejercicio de la democracia en un país que la creó se ve ahora como un desacato a la autoridad de Alemania.
Si en España algunos banqueros y especuladores bursátiles tienen miedo a Podemos, en Grecia lo tienen a Syriza, siglas del Partido de Izquierda Radical al que todas las encuestas dan como ganador el día 25 de enero.
Syriza es una coalición de trece partidos que van desde la izquierda moderada hasta los maoístas y trostkistas. En las europeas del 2014 fue el más votado de Grecia. Y para muchos griegos es la única esperanza ante un país que sucumbe en la miseria más absoluta: brutal bajada de salarios, hundimiento del consumo y la inversión, tasas de paro exorbitantes, varios millones de personas sin cobertura sanitaria, freno de la inversión pública, corrupción y degradación de la política.
Ante este espectáculo, Syriza se anuncia como la única esperanza y los griegos deben agarrarse a este clavo ardiendo o seguir como están o mucho peor. Alexis Tsipras, el líder de la formación, es consciente del papel histórico que juega este partido no solo en Grecia sino en toda Europa, porque en otros países lo ven como un espejo en el que mirar sus vergüenzas.
Merkel y sus socios europeos temen el contagio y el efecto Syriza en los países pigs y en todos aquellos que han tenido que realizar recortes sociales en los últimos tiempos. Sin embargo, en ese juego de miedos y devaneos, también sabemos al mismo tiempo que Alexis Tsipras lleva meses reuniéndose en Fráncfort y en Berlín para dejar claro que no llegará la sangre al río y las medidas que llevará a cabo serán razonables: un renegociación de la ayuda europea para suavizar el ajuste, sin quita sustancial que sacuda a los mercados y, por supuesto, su voluntad de mantenerse en el euro.
El programa de Alexis Tsipras, como el de Podemos en su momento, se acercará a la socialdemocracia nórdica de toda la vida. Tsipras lo sabe y también el FMI y la propia Merkel, que ahora juegan al miedo porque es la carta que deben esgrimir en estos momentos. Todos sabemos que Syriza no es ninguna amenaza para Europa.
La amenaza para Europa es desde hace tiempo Angela Merkel.




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